PREPARACIÓN DE LA PARIDERA: Este es uno de los pasos mas importantes puesto que en ella se va a desarrollar el parto, el posparto y la lactación. Es necesario buscar un lugar tranquilo pero no aislado, en el que no haya corrientes de aire y sea espacioso, que sea familiar para la hembra y cómodo para la persona que estará pendiente de ella. Es beneficioso para la socialización de los cachorros que escuchen ruidos como la televisión, conversaciones humanas.... Para diseñar la paridera necesitamos tres medidas: la longitud de la madre sin contar la cola, su anchura, la medida en la zona mas ancha de los hombros, y la altura prevista desde las mamas en lactación al suelo, que puede contarse como la distancia desde el suelo hasta justo por encima de la rodilla. Lo idóneo es que la caja sea en ángulos rectos para poder colocarla en un rincón. El objetivo de estas medidas es permitir que la perra o gata pueda estirarse holgadamente en los ratos de lactación y recolocarse cómodamente a lo ancho mientras no esta dando de mamar. perra amamantando a sus cachorros
La “entrada” debe ser lo suficientemente ancha para que la madre entre y salga sin problemas, con una distancia del suelo lo suficientemente alta para que no se escapen los cachorros las primeras semanas, que la hembra no tenga que saltar la entrada a la paridera y que las mamas no rocen cada vez que transiten. El material ideal para su construcción es la madera forrada o preparada de manera que sea fácil de mantenerla limpia. Se recomienda hacer un pequeño burlete a modo de pequeño estante que recorra todo el contorno interno de la paridera, situado a una altura aproximada de la mitad de la anchura de la perra y con una salida o amplitud del doble del ancho calculado para los cachorros recién nacidos. El objetivo es evitar que algún cachorro quede atrapado entre la madre y la pared. Con respecto al material que pondremos dentro de la paridera, justo en el momento del parto se recomienda el uso de material desechable, debido a que se expulsan muchos líquidos , como empapadores o papeles de periódico en piezas enteras de varias hojas de espesor haciendo fondo y sobre ellas hojas en tiras. A los tres días se podrá emplear cualquier material fácil de cambiar y limpiar. Nunca se debe emplear serrín o paja. Es conveniente poner los primeros días la comida y la bebida cerca de la madre puesto que hay veces en que si esta muy lejos deja de comer por no abandonar a la camada. Es fundamental que el sitio sea higiénico y que la temperatura ambiental sea de 30-32 ºC las primeras 24 horas, pudiendo luego situarse entre los 28-30 ºC durante la primera semana, mantenerse en los 26-27 ºc la segunda y tercera semanas, y 24-25 ºc posteriormente. Esta temperatura puede resultar insoportable para la madre, pero ello debería disponer de zonas menos cálidas en las proximidades por si desea descansar aparte. Una temperatura ambiental demasiado alta podría provocar el abandono de la camada por parte de la progenitora. Para conseguir la temperatura adecuada se puede actuar de forma general (calefacción) o local (es preferible emplear botellas o bolsas de agua caliente envueltas en toallas que se vayan renovando, que esterillas o luces que tienen mas riesgo de producir quemaduras). Tampoco es conveniente una temperatura demasiado alta, sobre todo si la humedad ambiental también es elevada (lo normal 55-65 %) puesto que los cachorros pueden desarrollar cuadros respiratorios graves. No se recomienda que supere los 33 ºc.
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