CLINICA VETERINARIA    SAVEGA

  

LOS HÁBITOS HIGIÉNICOS DEL PERRO:

 

¿Por qué son limpios los perros?

Los perros, como los lobos, presentan desde pequeños una tendencia innata a abandonar la “madriguera”, para defecar u orinar, con objeto de mantenerla limpia. Aquellos cachorros que, de una forma espontánea, se desplazan lejos del centro de sus territorio para depositar sus heces, ayudarán a mantener la madriguera limpia. Esta tendencia natural es la base sobre la que enseñamos a los perros a no orinar o defecar en casa, es decir, en el espacio que ellos consideran su madriguera.

 

 

                                                                 " Enseñe a su mascota a tener buenos hábitos"

 

Método.

El punto de partida del entrenamiento consiste en aprender a reconocer aquellos momentos en los que el perro tiene ganas de orinar o defecar:

 

 

Momentos de peligro.

Los perros suelen orinar o defecar con mayor frecuencia:

o    Después de haber comido o bebido.

o    Al despertarse.

o    Al finalizar un periodo de juego.

El perro acostumbra a dar vueltas en círculo y a olisquear el suelo justo antes de orinar o defecar.

 

 

 

Si podemos estar pendientes del perro:

1.      Mantendremos al perro supervisado tanto tiempo como sea posible.

2.      Cuando veamos que olisquea el suelo distraeremos su atención, por ejemplo, dando una palmada en el aire.

3.      Inmediatamente trasladaremos al perro a la zona donde deseamos que efectúe sus deposiciones, donde habremos colocado previamente papeles de periódico.

4.      Esperaremos unos minutos de dicho lugar.

5.      Si el perro orina o defeca sobre los papeles, lo premiaremos inmediatamente con un trocito de comida

, caricias y palabras agradables.

 

Cuando no podemos vigilar al perro:

1.      Preparar un espacio reducido para que pueda ser ocupada por el perro, por ejemplo, una habitación pequeña o un parque para cachorros.

2.      Colocar la comida, el agua y el colchón del perro en un rincón de la habitación.

3.      En el ángulo opuesto, colocar algunos papeles de periódico. Recoger los periódicos con una cierta frecuencia, y cambiarlos por otros nuevos.

 

   Hábitos higiénicos en la calle:

1.      Daremos de comer al perro justo antes de los paseos.

2.      Intentaremos sacar a la calle al cachorro siempre que se presente una de las “situaciones de riesgo” antes comentadas.

3.      Premiaremos la conducta del perro si hace sus deposiciones en la calle.

 

No debemos finalizar el paseo en el mismo instante en el que el perro ha acabado de orinar o defecar.

 

Nunca castigaremos a un cachorro por haber ensuciado en un lugar inadecuado. Algunos sistemas “tradicionales”, como frotar la nariz del perro en la orina, son ineficaces.

 

Duración del aprendizaje.

En el caso de los cachorros, el control voluntario sobre la micción y la defecación no llega a ser toral hasta que el cachorro tiene 3 ó 4 meses. Como ya hemos dicho, la paciencia y la comprensión ante posibles errores del cachorro son fundamentales y deben estar siempre presentes en nuestra mente.

En el caso de perros adoptados cuando ya sean adultos, método a seguir sería exactamente el mismo que en cachorros.

 

Es importante limpiar a conciencia los lugares de la casa donde el perro ha orinado o defecado. Para ello, debe utilizarse un detergente de tipo enzimático, por ejemplo, los que se utilizan para tratar prendas de color delicadas. Nunca debe utilizarse amoniaco o limpiadores que lo contengan en su fórmula.

 

 

 

Top